sábado, noviembre 15, 2008

AWID Forum: Segunda plenaria: Fortalecimiento de Nuestros Movimientos: Una mirada hacia adentro

Fuente: http://www.awid.org/esl/Foro-08/Sesiones-Plenarias/Lee-y-escucha-a-cada-sesion-plenaria-aqui/Fortalecimiento-de-Nuestros-Movimientos-Una-mirada-hacia-adentro

por Gabriela De Cicco

El escritor argentino Jorge L. Borges supo hablar sobre el temor de los espejos, esa imagen doble que muchas veces termina por enturbiarse; mucha literatura gótica o fantástica ha presentado al espejo como un espacio de representación que suele desdoblar la imagen y esa imagen suele tomar vida propia. Entonces ¿qué pasaría si pusiéramos un espejo frente a nuestros movimientos? Por Gabriela De Cicco

Este espejo nos devuelve una imagen que grita por un cambio, haciéndonos saber nuestras necesidades, quizá aquellas que antes no nos animábamos a mostrar, quizá pensando que era una flaqueza.

Nos refleja la necesidad de una solidaridad verdaderamente multigeneracional y nos interroga acerca de cómo crear y fortalecer un movimiento multigeneracional.

Una de las posibilidades para hacerlo y que realmente sea fuerte es la enfocarse en una agenda común nos permita trabajar hombro con hombro.

Algunas de las participantes de la plenaria han identificado también aquellos desafíos que enfrentan nuestros movimientos, como ser la falta de hermandad, de solidaridad, la existencia de un patriarcado que mora en cada una de nosotras. ¿Cómo podemos hacer para resolver estos problemas al interior de nuestros movimientos? ¿Cómo podemos cambiar esto? Debemos empezar por nosotras, a cuidarnos y así poder cuidar a las otras compañeras de camino.

Algunos movimientos están empezando a utilizar, o han utilizado desde hace unos años, la documentación de lo hecho como una política del proceso por el cual pasan. Este tipo de trabajo, de estudio al interior, refuerza al movimiento y permite como reagruparse.

Sanushka Mudaliar planteó el desafío de poder lograr una relación que vaya más allá de lo multigeneracional.

Los movimientos necesitan capitalizar las diferentes ideas y para poder hacerlo deben preguntarse qué es lo que hay más allá del reconocimiento de las diferencias generacionales. Poder hacer esto es una responsabilidad colectiva.

Respecto a las jóvenes Sanushka habló sobre lo importante que es poder escuchar sus propias voces y ver sus representaciones; no hay que invitarlas y que siempre sean las invitadas, hay que moverse e ir a verlas en sus lugares de trabajo y aprender de él y de sus perspectivas. Esto es lo que nos permitirá fortalecer nuestras estrategias en vez de crear tensiones que lo único que hacen es dividir a los movimientos.

Dejar de equiparar la edad con la experiencia sería una buena forma para comenzar a achicar la brecha generacional y así poder trabajar juntas, basándonos en nuestras propias habilidades.

Ayesha Imam habló sobre el Foro Feminista Africano, señalándolo como una experiencia fortalecedora del movimiento africano de mujeres. La guía del movimiento es la Carta de Principios Feministas Para Las Feministas Africanas.

Muchos de los desafíos que aún persisten están relacionados con la sexualidad, con las mujeres con discapacitadas, y también cómo hacer para que las mujeres respondan a los Principios de la Carta.

El movimiento ha tenido que lidiar con diferentes tensiones encarándolas, hablándolas de manera directa y poniendo bien en claro los principios de solidaridad, y así asegurando a las mujeres que han estado marginalizadas que puedan hablar por ellas mismas.

Rabéa Naciri habló sobre el movimiento de mujeres de Marruecos como un movimiento exitoso, pero a la vez presentó el otro lado, las debilidades que pueden sufrir los movimientos, las erosiones, cuando justamente son tan exitosos.

El trabajo del movimiento marroquí de mujeres se centró en una lucha puntual, el Código de familia, aprovechando el momento de la transición democrática.

Con el crecimiento del movimiento y del feminismo, comienza a cristalizarse también el feminismo estatal, pero esto parece una amenaza para la vitalidad del movimiento de mujeres. También crecen las colaboraciones entre el Estado y la sociedad civil. De todas formas la movilización de activistas del ámbito civil al ámbito del estado, la profesionalización del activismo mediada por los mandatos de financiadotas y organismos humanos han hecho peligrar este movimiento.

Lynnsay Rongokea trajo los sonidos del Pacífico y compartió una revisitación al feminismo, que no sólo es aplicable al movimiento que ella representa, sino que también se articula con algunas dudas, molestias y preocupaciones de los movimientos de otros países.

Las propuestas para poder encontrar formas en las que podamos trabajar juntas, apuntan a empezar por observarnos nosotras y poder evitar basar los movimientos solamente en personalidades, ya que también las jerarquías se construyen basadas en personalidades. Debemos encontrar un equilibrio entre los personal y las relaciones interpersonales que afectan el funcionamiento del movimiento.

También necesitamos una mentalidad organizacional que produzca cambios cuando se necesiten y que rinda cuentas cuando sea requerido. Debemos poder incluir a las jóvenes; y también poder realizar aquel principio fundamental del feminismo: defiende a tu hermana, y con dijo Linnsay, “trata a las otras mujeres no como esperas que te traten sino como ellas esperan ser tratadas por vos.”

Morena Herrara habló sobre el movimiento feminista en el Salvador y cómo luego de la guerra civil fue creada una Plataforma de los derechos de las mujeres. Parte de las mujeres provenían de los grupos pro democracia, y durantes los años posteriores a 1992 se fue logrando el reconocimiento de algunos derechos. Pero como Linnsay marcó antes, todo movimiento tiene su momento de crisis, el movimiento de mujeres salvadoreñas pasó por ella ante las negativas de cooperación del gobierno.

Morena también señaló las debilidades de dicho movimiento, que también pueden extenderse a otros países: la onegización, la especialización temática y la fragmentación.

Pregs Govender habló sobre la necesidad de unión y no de división y de la necesidad de un cambio en el liderazgo.

El patriarcado que habita en nosotras en el que lleva a que los movimientos se fragmenten.

También habló de la necesidad de poder reconocernos unas a otras, como una manera solidaria de poder resistir al patriarcado.

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